Había una
vez una familia de campesinos, que cosechaban café, maíz y tenían mucho ganado;
vivían en Barbosa entre las montañas, muy muy lejos del pueblo. Esta familia
estaba conformada por padre, madre e hija y no tenían ninguna comunicación con
algo tecnológico. Susana era una niña muy honesta, amable, y generosa y le gustaba
mucho ayudar a su familia en la finca. Susana estudiaba donde la vecina más
cercana de la finca a 20 minutos de camino, clara quien le enseñaba, le enseña
cosas básicas para la vida como leer, escribir, sumar, restar entre otras, ya
que clara era maestra de primaria antes de jubilarse, Susana le pagaba sus
enseñanzas con una canasta de huevos. Susana deseaba mucho ir a un colegio y
estudiar en un colegio, hacer amigos, pero este no le era posible, ya que el
pueblo; donde estaba la escuela quedaba a 5 horas de la finca y los caminos
eran muy peligrosos para ella, su madre estaba muy preocupada ya que, ya
debería estar en bachillerato para su edad, y los conocimientos con los que
contaba eran muy básicos. Susana soñaba con ser una gran abogada, pero pensaba
que para lograr esto debía irse de su finca y dejar a su familia, y ella no
quería eso.
Un día su
padre salió al pueblo para comprar sus víveres, mientras compraba vio un
anuncio pegado en la escuela que decía que, los niños que desean estudiar y no
tienen posibilidad de venir presencial lo pueden hacer virtual, él estaba
interesado porque él quería que su hija se graduará y era una forma fácil donde
podría acceder a una buena educación y al alcance de todos la educación virtual,
el padre muy emocionado fue a la escuela e inscribió a la niña, de inmediato le
brindaron un computador por el cual estudiaría. Cuando el padre le conto a su
hija se puso súper alegre y estaba muy entusiasmada de estudiar, estaba
agradecida por una oportunidad de alcanzar sus sueños y así pudo colaborar a
sus padres en la finca y de igual forma estudiar…
Años después
Susana se graduó y se inscribió a una buena universidad donde solo haría de
manera presencial para las practicas. Susana todos los días agradece por
recibir esta oportunidad y por qué existe la tecnología con la que aprendió
mucho.
Comentarios
Publicar un comentario